lunes, 13 de abril de 2009

Palito Ortega & Charly García, como sucedió?


Este es un extracto de una nota reciente a "Palito", donde nos da indicios de como empezó su relación de ayuda a Charly, presten atención a la relación que ya tenía el maestro con el hijo de Ramon, Luis Ortega.

—Charly García dijo que el estudio musical que usted tiene aquí en esta casa de Luján es uno de los mejores del país. ¿Con qué fines lo armó?

—Siempre tuve mi estudio, pero eran chicos. Acá podemos grabar en serio. El otro día vino la Negra Sosa y le gustó mucho.

—¿Qué le responde a aquellos que dicen que su ayuda a Charly García es una gran campaña de marketing?

—Nada. Me habría gustado que esas personas hubiesen estado cuando Charly necesitaba gente al lado. Y si lo hubiesen hecho, yo no habría pensado de ellos lo que ellos piensan de mí.

—Charly García dijo literalmente: “Siento que tuve suerte de encontrar a Palito y a un montón de gente que realmente se preocupó por mí. Si Palito no aparecía, yo la estaría pasando muy mal, me estaría cortando las venas”.

—Eso responde más contundentemente a lo anterior. Son bravuconadas del típico argentino resentido.

—Charly García nació en un hogar intelectual de clase media porteña cuyos padres lo enviaron al conservatorio de música desde niño, un origen opuesto al suyo; y sus obras musicales también están en las antípodas. ¿Los extremos se atraen?

—No hay que poner los extremos en los valores musicales. Hay que poner la perspectiva de los valores humanos. Charly es un ser valioso humanamente, inteligente, sensible. Evidentemente que si comulgamos es porque él encontró algo en mí. Lo otro…

—… es una cuestión de estilo.

—Charly canta Media novia. La madre lo ponía a practicar música clásica y él se escapaba para ver El Club del Clan.

—Su hija Julieta había hecho algunas publicidades con Charly García. ¿Fue de ella la idea de darle ayuda?

—Ella lo quiere mucho, pero el que nos reencontró fue Luis, porque ya se venía encontrando con Charly en algunos lugares de la noche.

—¿Fue su hijo Luis quien le propuso darle ayuda?

—En realidad, toda la familia. Cuando lo vi en esta situación, casi terminal... Y nadie se hacía cargo. Sí o sí terminaba en otra internación.

—Su hijo Luis había declarado públicamente sus problemas con las drogas, confesando que desde los 15 años probó con anfetaminas, cocaína, free base, con bicarbonato, y hasta LSD. ¿Tuvo algo que ver esa experiencia familiar con el impulso de ayudar a Charly García a superar el mismo problema?

—No. Luis desde muy chico fue un gran curioso de la vida. Y si es director de cine es porque es un chico muy sensible y muy curioso. Y todas esas cosas las hacen personas como Luis. Afortunadamente, como es un chico abierto, hablamos de esto y lo superó.

—Precisamente Luis le dijo a la revista “Rolling Stone”: “Para mí el LSD era la presencia de Dios en la Tierra. Lo he tomado en mi casa, para ir a comer con mis viejos y para charlar con el psicólogo e ir la escuela. Tomé cartones y también gotas, empapábamos los caramelos Mogol con ácido y los íbamos comiendo. Tomé ácido tres o cuatro años intensamente; también conseguía heroína por esos años, me la traía un amigo marinero al que le pedía opio”.

—A los hijos no hay que impedirles que se equivoquen, tampoco que se arrepientan y de esa manera avancen. Ver hoy una película de Luis (N.d.R.: Caja negra, Monobloc) indica que lo que vivió y lo que sufrió lo lleva a tener una forma de decir que mucho tiene que ver con el dolor..

—¿Y esto los sensibilizó a ustedes como familia y por eso el interés por Charly?

—No me sensibilizó el tema de la droga con Charly, sino el dolor de un hombre en una situación límite.

—Con 57 años, Charly García tiene una diferencia de edad con su hijo mayor no diferente de la que éste le lleva a su hermana Rosario. ¿Se podría decir que Charly García fue adoptado como un hijo más de esta prolífica familia de seis hijos, cinco dedicados al espectáculo, y es ese clima familiar el alimento emocional que lo recuperó de su adicción?

—Sí, se lo quiere y él siente eso. Lo dice todo el tiempo. Esa fue mi terapia para él, porque en las otras no intervengo para nada.

—¿Cómo fueron estos nuevos meses en que actuó de protector de Charly García? ¿Cuáles eran sus responsabilidades judiciales y cuáles asumió por propia disposición?

—Al comienzo fue mucho sufrimiento y mucho dolor para él. Yo creo que ahora sí está encaminado hacia una recuperación real.

—¿Cómo es la situación médica y legal de Charly García? ¿Qué falta para que se le permita disponer enteramente de su vida?

—La jueza tiene que determinar, después de una última evaluación de los médicos forenses, su libertad. Y eso se va a dar en poco tiempo.

—¿Un mes?

—Más o menos. Y Charly está evaluando irse a un departamento. Seguramente, le van a pedir que siga con un acompañante terapéutico.

—¿Qué dicen los médicos?

—Hubo un exceso notorio de consumo que lo llevó a un estado que tenía que transformarse en una recuperación para que no pasara a mayores. Y esa fue la etapa en la que él estuvo realmente mal.

—¿Cómo pasó la abstinencia?

—El tiene muy malos recuerdos de todo eso.

—¿Eso no sucedió aquí?

—No, en la clínica. Cuando terminó la etapa de la abstinencia, la jueza pensó en una reinternación. Y ahí aparecí yo y propuse que siguiera en esta casa.

—¿Hablaba con él de esto?

—No, yo lo iba a visitar y lo veía sufrir mucho. Era un dolor muy grande para una persona tan sensible como él. Y él mismo era como que no sabía qué hacer con su vida. Y ahí aparecí y le dije que si quería podía venir. Lo hablé con la jueza, vinieron acá a ver si las condiciones estaban dadas y lo aceptó. Y aquí lo que se dio a favor, además, de la contención familiar, es que el estudio es para Charly una gran terapia.

—¿Musicoterapia?

—Claro. El se mete en el estudio y graba y regraba. Ha hecho cosas que sorprenden a los mismos músicos que vienen a grabar. Es el Charly de sus mejores momentos.

—¿Cuándo cree que Charly García volverá a un escenario?

—El está pensando en julio.

—¿Y cree que va a suceder?

—Sí.

—¿Hay alguna comparación posible entre la rehabilitación de Charly García y la de Maradona de hace algunos años?

—Tal vez a Maradona le haya costado un poco menos por ser más joven y haber sido deportista. Y Maradona tiene a favor una familia que lo contiene mucho. Tal vez Charly cuando empiece a tocar encuentre eso. Acá vienen sus amigos, León Gieco, Aznar... Cuando empiece a tocar y lo acompañen en sus shows, él va a terminar de rearmarse.

—El nombre de esta quinta, Mi Negrita, tiene reminiscencias familiares?

—Yo le decía a Julieta “mi negrita”.

—Cuénteme la historia de esta quinta.

—Estuvo muchos años deshabitada, hasta que un día empecé con el estudio de grabación y me entusiasmó. Empecé a venir los fines de semana. En verano me quedo más. Y ahora, con Charly, estoy instalado.

—¿Y es un lugar de rito de su familia?

—Sí, vienen los fines de semana. La gran fiesta es cuando vienen los chicos con sus hijos, con mis nietos.

Por: Jorge Fontevecchia.

Fuente: perfil.

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